Un equipo británico quiere batir su propio récord mundial, establecido hace 11 años atrás, con un vehículo supersónico que alcanzará los 1.600 kilómetros por hora, según revelaron agencias internacionales.
Este “auto bala”, llamado Bloodhound SSC (Súper Sonic Car) estará terminado en tres años, medirá trece metros de largo y seis de ancho y pesará más de seis toneladas, explicaron ayer los responsables de este emprendimiento en el Science Museum Lord Drayson de Inglaterra.
El aparato será accionado por un motor Eurofighter y un cohete. Partiendo del supuesto que este experimento funcione, el coche alcanzará una velocidad superior a la de una bala disparada de un revólver. Es decir, el conductor podrá recorrer por segundo un trayecto de cuatro campos de fútbol, superando incluso el récord de velocidad impuesto por los vuelos de baja altitud (1.590 kilómetros por hora).
Según un comunicado emitido por los diseñadores, el auto tardará sólo 40 segundos en llegar a los 1.680 kilómetros por hora a máxima velocidad. Mientras que sus ruedas de 900 mm de diámetro girarán a casi 10.000 rpm.
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